M. Yu Gutenev
The impact of chess on development of creative potential of personality
M. Yu Gutenev
The article deals with the creative components of thinking of the person while playing chess. The author studies the influence of chess game on the development of logical and creative thinking. The article concludes that the chess game is a creative game that makes a significant contribution to development of creative potential of personality and society. Keywords: thinking, creativity, chess.
El ajedrez, siendo un juego creativo, es objeto de amplia atención por parte de especialistas de diversos campos. “Ellos enfocan el ajedrez como un modelo satisfactorio para el estudio del pensamiento creativo de los seres humanos. En la comprensión de los secretos que guarda el ajedrez, ven el camino para descifrar los misterios de la actividad creativa humana” [5, p. 3]. Por pensamiento creativo entenderemos “…la capacidad de un sistema, apto para autoorganizarse, de resolver determinados problemas, cuyos resultados y métodos de solución no se contaban en su experiencia pasada, pero ahora resueltos por medio de nuevas interacciones que antes no se producían con objetos pertenecientes al mundo exterior o a la experiencia pasada.» [9, p. 111].
En el ajedrez la actividad creativa humana está representada por una amplia gama de diversas ideas, de concepciones tácticas y estratégicas, cuyo punto culminante pueden ser, tanto jugadas sencillas y precisas que conducen al éxito, como combinaciones bellas y espectaculares. En comparación con otros tipos de actividad creativa humana, en el ajedrez tiene lugar una mayor proliferación de situaciones de una naturaleza tal, que el jugador prácticamente en cada movimiento tiene que resolver problemas creativos. Vale la pena señalar que la división de problemas en creativos y no creativos (reproductivos) es relativa, porque cualquier problema real contiene elementos creativos (al intentar resolverlo, siempre se detecta falta de información).
Numerosas investigaciones han confirmado en repetidas ocasiones que el juego de ajedrez, además de su influencia provechosa en el intelecto humano, también contribuye en el desarrollo de capacidades creativas humanas: “Investigaciones realizadas por psicólogos y educadores han mostrado que los principales elementos que caracterizan la actividad creativa del ser humano son: la capacidad de transferir de forma autónoma conocimientos y habilidades a una nueva situación; definición de nuevos problemas en condiciones estándares conocidas; la percepción de nuevas funciones de un objeto familiar, de su estructura; la capacidad de encontrar un método original de solución en el marco de ya conocidos métodos de juego, etc. Todas estas cualidades se van formando en el proceso de la creación ajedrecística y, como lo muestran las investigaciones, se manifiestan muy claramente en ajedrecistas altamente calificados» [11, pág. 60]. Procuremos averiguar qué hay en la base de la creatividad ajedrecística.
El gran maestro soviético D. I. Bronstein, al comentar una de las partidas en su obra, mencionó cuatro componentes del pensamiento creativo del ajedrecista: «Los requisitos previos de la creatividad en el ajedrez generalmente se consideran la lógica, el cálculo preciso de variantes y la técnica, incluyendo en el último concepto y el conocimiento de la teoría. Sin embargo, existe un cuarto componente, quizás el más atractivo, aunque olvidado con frecuencia. Me refiero a la intuición o, si se quiere, a la fantasía ajedrecística» [2, p. 126]. A diferencia de D. I. Bronstein, creemos que la intuición ajedrecística y la fantasía ajedrecística no son equivalentes. La fantasía o imaginación es el quinto componente de la creatividad en el ajedrez. Examinaremos con más detalle la estructura de los componentes creativos del pensamiento en el juego de ajedrez.
Lógica. Entre los investigadores del juego de ajedrez, así como entre los mismos ajedrecistas, la opinión generalmente aceptada es que el ajedrez posee una naturaleza lógica y está sujeto a las leyes de la lógica, y que el resultado de una partida de ajedrez en gran parte viene determinado por la concepción creativa y lógica de los jugadores. Cabe señalar que el quinto campeón mundial de ajedrez y científico M. Euwe incluso publicó un manual de ajedrez titulado «El Enfoque Lógico del ajedrez” [12].
El contenido del ajedrez, como juego deportivo, viene a ser una actividad mental activa, que incluye la capacidad de operar con imágenes y esquemas mentales. El pensamiento abstracto- lógico, que tiene lugar en el ajedrez, presupone el uso de propiedades destacadas del objeto y de ciertas líneas de continuidad sobre la base de relaciones de causa-efecto. La creación ajedrecística es imposible sin la aplicación de conceptos lógicos, juicios, conclusiones, análisis y síntesis. Apoyándose en el análisis lógico, el jugador elige un camino nuevo, más racional para el logro de sus objetivos, efectuando así la búsqueda creativa de nuevas posibilidades de juego.
Al ser un juego lógico, el ajedrez, según la opinión de una serie de investigadores y ajedrecistas, contribuye al desarrollo del pensamiento lógico. Así, según I. A. Sabelnikov, el juego de ajedrez representa un medio de generación, en los estudiantes, de pensamiento lógico y de desarrollo de la memoria [10, p. 10]. En la monografía de N. V. Krogius «La psicología de la creación ajedrecística», el autor, al señalar el impacto positivo del ajedrez en el desarrollo de las habilidades analíticas humanas, cita la opinión del académico G. Klaus: «… el pensamiento lógico exacto es más fácil de entrenar a través del juego de ajedrez (me refiero a partidas serias), que usar para ese propósito un libro de lógica. Se sabe que las personas aprenden con mucho mayor gusto y más productivamente en el proceso del juego, que con otro método de aprendizaje” [6, p. 32]. Por supuesto, G. Klaus exagera la importancia del juego de ajedrez, pero sus reflexiones sobre el rol del ajedrez en el desarrollo del pensamiento lógico son justas. Los ajedrecistas con frecuencia aplican en otras esferas de la vida los métodos de análisis lógico utilizados en el juego. La activación emocional y el interés que acompaña al juego de ajedrez, aceleran y hacen más interesante y útil para el jugador el dominio de los principios y reglas del pensamiento lógico.
Cálculo preciso de variantes. En el transcurso de una partida de ajedrez, los jugadores se enfrentan a la necesidad de llevar a cabo constantemente un cálculo preciso de variantes. Las tareas a resolver en el tablero requieren de una solución creativa independiente. Por lo general, la exactitud de las variantes calculadas está sujeta a verificación luego de un par de movimientos. Esto nos indica que en el juego de ajedrez resultan poco prometedoras las imitaciones no justificadas de modelos conocidos. El ajedrez enseña el cálculo de variantes por cuenta propia y la solución exacta de problemas. Normalmente, juega mejor al ajedrez el que con mayor precisión valora la posición y examina variantes más lejos y con mayor exactitud.
Puesto que, en la partida de ajedrez, al final de cuentas, triunfa un cálculo más preciso de las variantes y una estrategia bien pensada de conducción de la lucha, es posible afirmar que, gracias al ajedrez, se agudiza el componente filosófico del problema de la verdad. El criterio de esta verdad en una partida de ajedrez puede actuar como la victoria propiamente dicha sobre el adversario, y, además, como “regusto” estético.
Técnica y conocimiento de la teoría ajedrecística. El proceso creativo se apoya siempre en una especie de fundamento ya formado, y no se realiza partiendo de la nada. El conocimiento insuficiente de posiciones típicas de la apertura, del medio juego y del final, así como de esquemas típicos de juego, conduce a un rápido deterioro de la posición, que, en lo sucesivo, ejerce una influencia determinante en el resultado de la partida. El estudio de posiciones teóricas permite a los jugadores identificar posiciones típicas en el ajedrez. Éstas pueden ser posiciones teóricas en la apertura, medio juego y final. El ajedrecista, al orientarse en tales posiciones típicas y dominando una determinada técnica ajedrecística, es capaz de reconocer las características y particularidades más significativas de una posición concreta y dar vida a ideas que se le ocurrieron directamente en el tablero, gracias a su conocimiento de la teoría ajedrecística.
Los conocimientos teóricos y la técnica de juego asociada a los mismos permiten al ajedrecista orientarse libremente en cualquier posición que se presente en el tablero. A partir de esos conocimientos teóricos, el jugador elige el plan de juego justo y lógico en general, y, en consecuencia, pone en marcha su potencial creativo en el transcurso de la partida de ajedrez, demostrando elevados resultados en la práctica.
La intuición. A pesar de que el ajedrez es un juego lógico, en el que se pueden calcular todas las variantes, muchas posiciones, que surgen en el tablero durante una partida de ajedrez, resulta difícil, y, a veces, imposible analizarlas. Así, por ejemplo, aún no se ha encontrado la respuesta a la pregunta: ¿ganan las blancas en la posición inicial jugando sin cometer errores o la partida debe terminar en tablas?
A veces, en posiciones complejas de muchas figuras surge un exceso de información, cuyo procesamiento, a fin de hacer el único movimiento apropiado en condiciones de déficit de tiempo, incluso un jugador altamente calificado no es capaz. Ajedrecistas del más elevado nivel no examinan todas las variantes, sino que limitan su elección a un pequeño número de posibles jugadas candidatas. Por lo general, al tomar una decisión, el jugador no puede justificar de forma lógica que su jugada es la única correcta. Este hecho indica que el ajedrecista durante la partida, además de la lógica, también se guía por métodos heurísticos para la toma de decisiones.
Uno de tales métodos heurísticos para la toma de decisiones es la intuición. En filosofía, en su sentido más amplio, por intuición se entiende “la capacidad de comprensión de la verdad directamente, sin ninguna forma de mediación” [8]. En filosofía, se distinguen dos tipos fundamentales de intuición: sensual e intelectual. Por intuición sensual se entiende la comprensión de la verdad sólo desde los sentidos externos directos, por ejemplo, la audición o la visión. La intuición intelectual se enfoca como la comprensión a través del intelecto de una verdad tal, que no emerge de otras verdades por medio de demostraciones y que tampoco se deriva de los sentidos externos directos. Adicionalmente, existen muchas interpretaciones filosóficas de la intuición, que se diferencian por su diversidad en cuanto a sentido y riqueza de contenido.
Se ha escrito una gran cantidad de artículos y trabajos acerca de la intuición como elemento de la creatividad ajedrecística. Una particularidad de las reflexiones teóricas sobre la intuición en ajedrez es que han sido escritas por ajedrecistas, que sería dudoso considerarlos filósofos o científicos. Sin embargo, la mayoría de los maestros de ajedrez señalan la enorme importancia práctica de la intuición en el ajedrez. Así, el notable investigador ajedrecístico, ya mencionado por nosotros, N.V. Krogius señalaba que la intuición y la orientación intuitiva poseen una gran importancia práctica en el juego de ajedrez: «Ella como que le advierte al ajedrecista acerca de las características principales de una situación, de aquellas amenazas inmediatas, que de no ser consideradas es imposible emprender un análisis más profundo de la posición” [6, p. 131].
El campeón mundial G.K. Kasparov dedicó un capítulo a la intuición en su obra «El ajedrez como modelo de vida». En sus reflexiones, el campeón del mundo subraya la importancia de la intuición del ajedrecista: “La intuición nos sugiere, no sólo el qué y el cómo, sino también el cuándo. A medida que se desarrolla, ella se convierte en una herramienta para ahorrar esfuerzo y tiempo, reduciendo el plazo de valoración y el paso a la acción. Podemos constantemente recopilar y analizar información, pero, aun así, no tomar ni una sola decisión. Algo debe sugerirnos que ha llegado el momento de las acciones decisivas. Si puedo pensar antes de realizar un movimiento durante diez segundos, diez minutos, ¿qué elegiré? Una intuición bien desarrollada nos ayuda a mantener un rumbo pragmático y permite saber cuándo se presenta un momento importante que requiere más tiempo y atención” [4, p. 88-89].
E. A. Nikolaev escribe de forma detallada acerca de la intuición en la cultura de la creación ajedrecística. Él fue el primero, entre los investigadores de la intuición ajedrecística, en someterla a un análisis filosófico. Logró generalizar la experiencia de ajedrecistas anteriores e investigadores de la intuición en el ajedrez. Tomando como base la teoría de la intuición de J. Locke, E. A. Nikolaev llegó a la siguiente conclusión: “…en la base de la intuición reside nuestra experiencia no consciente, el conocimiento procesado a un nivel subconsciente. Dicho de otro modo, la intuición es el conocimiento no consciente, el cual es procesado por la consciencia con mayor rapidez en los grandes ajedrecistas que entre ajedrecistas de nivel intermedio. Precisamente, este conocimiento no consciente es el que se encuentra en la raíz del primer impulso del conocimiento intuitivo en el proceso de la creación ajedrecística” [7, p. 124].
E. A. Nikolaev, al analizar trabajos de filósofos y ajedrecistas dedicados a la intuición, llegó a la conclusión de que la intuición en el proceso de la creación ajedrecística viene a ser el resultado de una prolongada mediación previa. Todos los conocimientos que poseemos de manera inmediata son el resultado de una multitud innumerable de mediaciones. Donde, por mediación se entiende «no sólo el condicionamiento del pensamiento por el pensamiento, sino también una serie de acciones prácticas, eventos, invenciones etc., necesarios para que una determinada percepción o comprensión se presente a la conciencia como inmediata” [1].
De lo dicho anteriormente, E. A. Nikolaev llega a la conclusión lógica de que para comprender lo inmediato como tal se requiere el desarrollo y la educación del intelecto: “Precisamente, este hecho también se observa en el transcurso de la creación ajedrecística, en el marco de la cual el proceso de conocimiento parte de la contemplación sensorial. Luego, se incorporan simultáneamente, tanto la intuición sensorial como la intelectual, basadas en un conocimiento intermedio obtenido como resultado de la previa formación y desarrollo del intelecto. Y sólo en último lugar empieza a funcionar el entendimiento racional, sustentado en un tipo no clásico de racionalidad. Tales son las características del conocimiento intuitivo en el proceso de creación ajedrecística” [7, p. 125].
Siendo una especie de iluminación creadora, la intuición ayuda al jugador a hacer realidad su idea creativa, sin tener que recurrir de manera consciente a ningún tipo de operaciones lógicas y al cálculo de combinaciones complejas. Precisamente, es esa posibilidad de plasmar sus ideas intuitivas en el tablero lo que atrae a muchos ajedrecistas. Particularmente, es atractivo el componente intuitivo del ajedrez para la gente del campo artístico.
Fantasía. Se han escrito muchos trabajos sobre la intuición como uno de los principales componentes de la creación en el ajedrez. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la fantasía ajedrecística. Adicionalmente, es necesario notar que en la historia de la filosofía el concepto de «fantasía» se usa muy raramente, y en la mayoría de los diccionarios filosóficos modernos no se dice ni una palabra acerca del término “fantasía”. Con bastante frecuencia, este concepto se reemplaza por las categorías «representación», «imaginación».
La fantasía ajedrecística amplía la noción del jugador acerca de sus posibilidades en el proceso del juego y se convierte en un componente obligatorio del ajedrez. La fantasía en el ajedrez puede ayudar a acercarse a la «verdad», «iluminando» todo el tablero, lo cual puede contribuir a elegir la única jugada correcta en la posición. Visualizando imágenes ajedrecísticas, la fantasía ayuda al jugador a detectar lo importante en la posición, lo nuevo, que antes parecía oculto.
En las etapas iniciales de su desarrollo, la humanidad, gracias a la comprensión creativa del mundo y al uso de la fantasía, hizo muchas suposiciones, que en ciertas ocasiones se convirtieron en proféticas. De manera semejante a cómo la fantasía en algún momento ayudó a Leucipo y a Demócrito a crear la teoría atomista, la fantasía en el ajedrez le sugiere al jugador soluciones originales y creativas, incluso en las posiciones más sencillas en apariencia. Precisamente, gracias a la fantasía, el jugador es capaz de generar una idea estratégica interesante, o también una idea táctica. La fantasía ayuda, no a calcular o valorar una determinada hermosa combinación, sino a desarrollar una idea específica o un plan de juego ulterior.
En el libro «Mundo Hermoso y Furioso», el Gran Maestro D. I. Bronstein y el Candidato en Ciencias Filosóficas G. L. Smolyan, asumen que “el significado del ajedrez, gracias a su alto contenido cultural y creativo como «actividad elevada», debe ser reflejado en las investigaciones sociológicas” [3, p. 24]. Al comparar el ajedrez con la música, los autores consideraron que es difícil hablar acerca de los componentes de la creatividad en el ajedrez: “El ajedrez es un campo de creación en sumo grado individual. Por esta razón, hablar de su esencia, de sus elementos componentes, armonía y técnica es igual de difícil como lo es para el compositor al referirse a su obra» [3, p. 34]. Sin embargo, los autores, igualmente, aportan su punto de vista en torno a la creación ajedrecística: “En el ajedrez, de forma notable, se conjugan tres componentes, inherentes a toda actividad creativa: idea, implementación e interacción. La idea, como producto de la actividad del intelecto, se realiza, se encarna en la forma concreta y palpable del movimiento de las piezas, se registra en el texto de la partida, en el tablero de demostración y encuentra su destinatario, público, espectadores y lectores, amantes del ajedrez en todo el mundo, comunicándose, interactuando con el creador de la idea» [3, pág. 34].
Los autores también destacan cuatro factores, que determinan la naturaleza creativa del ajedrez y la sensación de alegría que genera. El primero de ellos: el ajedrecista por sí mismo crea valores artísticos; el segundo: el proceso de creación se lleva a cabo a la vista de otros, a quienes también les produce alegría y deleite; el tercero: el encanto intrínseco del ajedrez, que posee sus propios, a veces difíciles de explicar, criterios de belleza; cuarto: la satisfacción que se siente al trabajar en una peculiar «esfera fantástica» del pensamiento y de la imaginación en su apretado entrelazamiento con las realidades de la vida y la actividad del ajedrecista [3, pp. 35-40].
El análisis realizado de los componentes creativos del pensamiento a nivel individual en el transcurso de una partida de ajedrez, nos permitió revelar el potencial creador arraigado en el ajedrez. En el juego de ajedrez se hacen presentes todos los componentes de la actividad creativa, gracias a los cuales, el individuo puede expresar y realizar su anhelo de creación. Esto permitió confirmar la hipótesis de que el ajedrez es un juego creativo, el cual aporta una contribución significativa en el desarrollo del potencial intelectual y creativo del individuo y de la sociedad.
Referencias
1. Asmus, V. F. Problema intuicii v filosofii i matematike [The problem of intuition in philosophy and mathematics] : ocherk istorii XVII – nachala XX v. / V. F. Asmus ; vstup. st. V. V. Sokolova. – M. : Editorial URSS, 2004. – 320 s.
2. Bronshtejn, D. I. Mezhdunarodnyj turnir grossmejsterov: Nejgauzen – Cjurih, 29 avgusta – 24 oktjabrja 1953 g. [International chess tournament: Neuhausen – Zurich] / D. I. Bronshtejn. – 3-e izd. , dop. – M.: Fizkul’tura i sport, 1983. – 432 s.
3. Bronshtejn, D. I. Prekrasnyj i jarostnyj mir (Subektivnye zametki o sovremennyh shahmatah) [Beautiful and violent world (Subjective notes on modern chess)] / D. I. Bronshtejn, G. L. Smoljan. – M.: Znanie, 1978. – 112 s.
4. Kasparov, G. K. Shahmaty kak model’ zhizni [Chess as a model of life] / G. K. Kasparov. M.: Jeksmo, 2007. – 352 s.
5. Krogius, N. V. O psihologii shahmatnogo tvorchestva [About the psychology of chess creativity] / N. V. Krogius. – M.: Fizkul’tura i sport, 1969. – 96 s.
6. Krogius, N. V. Psihologii shahmatnogo tvorchestva [Psychology of chess creativity] / N. V. Krogius. – M.: Fizkul’tura i sport, 1981. – 183 s.
7. Nikolaev, E. A. Shahmatnaja igra: filosofsko-kul’turologicheskoe issledovanie [Chess game: a philosophical study]: monografija / E. A. Nikolaev. – Cheljabinsk, 2009. – S. 124.
8. Novikov, A. A. Intuicija [Intuition] / A. A. Novikov // Novaja filosofskaja jenciklopedija: v 4 t. T. 2 / In-t filosofii RAN, Nac. obshh.-nauchn. fond ; nauchno-red. sovet : preds. V. S. Stepin, zamestiteli preds. : A. A. Gusejnov, G. Ju. Semigin, uch. sekr. A. P. Ogurcov. – M.: Mysl’, 2010. – 150 s.
9. Orfeev, Ju.V. Myshlenie cheloveka i «iskusstvennyj intellekt» [The person’s thinking and «artificial intelligence»] / Ju. V. Orfeev, V. S. Tjuhtin. – M. : Mysl’, 1978. – 149 s.
10. Sabel’nikov, I. A. Uroki shahmat [Chess lessons] / I. A. Sabel’nikov // Shahmaty v SSSR. – 1973. – No2. – S. 10–11.
11. Tarasova, O. V. Pedagogicheskie uslovija formirovanija logicheskoj kul’tury mladshih shkol’nikov sredstvami shahmatnoj dejatel’nosti [Pedagogical conditions of formation of logical culture of younger pupils by means of chess activity] : dis. … kand. ped. nauk : 13.00.01 / O. V. Tarasova ; Kazanskij gos. ped. universitet. – Kazan’, 2005. – 209 s.
12. Euve, M. The Logical Approach to Chess / M. Euve, M. Blaine, J. F. S. Rumble. – London : Pitman, 1958. – 224 S.
Artículo académico traducido del idioma ruso por José Francisco Ostos Villamizar, Magister en Ciencias Económicas/Profesor de idioma ruso/Profesor-entrenador de ajedrez.
Noviembre de 2022